MUJERES CONTRA DICTADURAS
Una selección de
catorce poetas argentinas de diferentes épocas pone en cuestión los poderes que
se establecen en contra de los intereses de los pueblos, sean éstos en
dictaduras o en simulacros de democracia. Se trata de un homenaje desde la
poesía a las luchas populares en ocasión de un nuevo aniversario del golpe
cívico-militar de 1976
Un afiche que recoge catorce poemas de mujeres argentinas
plantadas contra los poderes institucionales de las dictaduras, los regímenes
de facto y los simulacros de democracia que encubre el neoliberalismo, servirá
para homenajear las luchas populares en la Argentina en ocasión de un nuevo
aniversario del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976.
La selección incluye un poema inédito de la neuquina Irma
Cuña (1932-2004), que vivió años exiliada. La idea de realizar una muestra de
poetas mujeres surgió a raíz de la gran movilización del 8 de marzo pasado y
fue luego de la lectura de un texto de la cordobesa Glauce Baldovin (1928-1995)
que fue perseguida por su militancia en el PRT a comienzos de los años setenta.
Tras el golpe de marzo de 1976, fuerzas del ejército secuestraron a uno de sus
hijos.
Seis de las poetas figuran en las listas de desaparecidos y
sus poemas fueron recopilados en el libro Palabra viva, una publicación que en
2005 hizo la Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina, SEA, y que
presentó el entonces presidente Néstor Kirchner. Una de ellas es Lucina
Álvarez, cuyo hermano Omar vive actualmente en Centenario y es autor de una
novela, Perros en invierno, que relata su historia. Hay poemas que fueron
escritos en distintos años a partir de mediados de los años sesenta, cuando en
la Argentina se vivió un largo período de dictaduras y democracias débiles y
tuteladas por los poderes militar y económico del país.
El objetivo es señalar cómo la poesía enfrenta a los poderes
y demostrar una geografía de voces amplia, sin fronteras interprovinciales ni
generacionales y con un sólido planteo que identifica la lucha con la estética
y la poesía con la política, pese al vaciamiento que intenten desde los
sillones del prestigio cultural y mediático.
El afiche se distribuirá este fin de semana en la vigilia
previa al sábado 24 de marzo y en algunos actos recordatorios en la Patagonia.
También está disponible en esta página o en el sitio www.vaconfirma.com.ar
La
poesía sale de su oscuro rincón
me
enfrenta
me
mira desde sus ojos sin párpados
y
me exige testimonio sobre el hambre
la
persecución
el
crimen.
Me
conmina.
Me
sentencia.
Y
antes de esfumarse otra vez
deja
en mis manos un afilado puñal de
punta
perfecta.
Glauce
Baldovin (Río Cuarto, 1928-Córdoba, 1995)
Entre
alegres asesinos pasa la vida;
entre
espinas romas y derrumbamiento.
Ni
alma ni cuerpo: sólo minas holladas,
moribundas
eternas, como rosas.
El
vacío tiende al vacío y así llaman amor
a
la atracción ciega de lo igual por lo igual
sin
comprender que es muerte,
nada
más que muerte y despojo.
Y
en tanto que en la sangre, en sus cisternas,
algo
se ha liberado de los hilos
|
y
libre se desliza a la nada,
otros
cierran puertas, corren pasadores,
rebuscan
en sus sueños
hasta
encontrar desnuda a la locura,
sospechan
del ave y de los ojos de los ratones,
muerden
libros como cuerpos, a tambor,
a
campana batiente, para mejor dormir
entre
algodones sucios y pajaritas.
Susana
Thénon (Buenos Aires, 1935-1991)
Universidades
tomadas
y
derecha peronista
vivía
en una pensión
y
mi padre me dio una tarjeta:
un
diputado influyente, de mi parte,
un
gordo con los bigotes perfumados
ligeramente
hacia arriba,
me
sopesó de perfil. No me habló
de
oficina o de hacer, no me preguntó
le
enfrenté los ojos, el juego
al
descubierto
en
un agua violenta, un alerta
de
pez, sin parpadeos.
Entre
la dureza y la ingenuidad
-la
repetida encerrona
de
esos dos extremos-
no
descubrí
muchos
matices. Oscilación
que
aún me aísla provinciana
en
la desventaja.
Alicia
Genovese
(Lomas
de Zamora, 1953)
…
descuélgase la luna
el general vencedor firma
-Sólo
unas cartas, Manuel.
Abraza la llanura
directo al
corazón.
Un bramido...
desplómase
despacito...
-¿qué
ha hecho, don Juan?
… tiempos de
muerte ufana
al aire
de
cara al sol
Fusilamiento
Navarro,
13-12-1828/1982
Susana
Poujol (Necochea, 1950-Buenos Aires, 2009)
Los nombro a sabiendas
Los nombro a sabiendas
Haroldo
Conti,
Paco
Urondo,
Juan
Gelman, sobreviviente.
El
silencio es tan denso
Que
un levísimo respiro
Lo
hendiría como un cuchillo.
En
vilo
Oscilamos
apenas
-animalitos
abiertos a lo invisible.
No
hemos olvidado
Ni
olvidaremos,
Aunque
nuestros corazones miren el desierto
-en
un horizonte de cuarzo reseco por el viento-
y
vean las caravanas interminables de los desaparecidos.
Estamos
plantando retoños
Y
los cuidamos del exceso del sol
Y
el exceso de la esperanza.
Siempre
queda el mar
Para
aprender del espejismo
El
eterno retorno
De
los bienamados
Irma
Cuña (Neuquén, 1932-2004)
Poema
sin título
Hace
meses que los aguardo
a
la sombra de una piedra.
Fija
la vista en el horizonte,
atento
el oído,
tenso
el cuerpo, la espada lista.
Y
no llegan.
¿En
qué lugar de este mar
de
arena y sol
se
han perdido?
¿Dónde
están?
¿Dónde
están mis molinos de viento?
Alcira
Fidalgo Pizarro (S. Salvador de Jujuy, 1949-Desaparecida 1977)
La
Perla
Cúmulo
de noches atormentadas.
Paredes
cerradas donde
la
memoria martilla su sentencia.
Allí
morabas, en ruinas,
abandonada.
Sé
porque
la
lluvia busca tu lápida,
limpia
tus flores y tu nombre.
Niní
Bernardello
(Cosquín,
Córdoba, 1940. Vive en Río Grande, Tierra del Fuego)
Cuentas
rotas
bebamos,
bajo
el sol,
sobre
nuestros errores,
bebamos
el sueño de un amor,
que
pasará con la vida,
que
morirá con la muerte,
que
mirará la gran llanura,
esperando,
esperando,
la
redención de los hombres
Agustina
María Muñiz Paz (Buenos Aires, 1949-Desaparecida, 1976)
Un favor a la poesía
Un favor a la poesía
Poetas,
cantores
deshollinadores
de la vieja memoria
rumiadores
celestes de palabras
caballeros
andantes de la melancolía
buceadores
de la magia
filatelistas
de la ceniza
Lamas
de los papelitos
amigos
míos
no
vayamos a olvidarnos de la luz
que
no está allá arriba ni tan lejos
sino
aquí
por
estos lados.
Lucina
Álvarez
(Buenos
Aires, 1945-Desaparecida, 1976)
Ven,
abandona esta madrugada
tus
huecos y la soledad
donde
encalló el egoísmo
y
te fue devorando imperdonable.
Verás
entonces que era sólo mística
tu
ceguera
que
eran sombras en el alma
y
que es posible alcanzar juntos el alba
para
hacernos día.
Alicia
Raquel Burdisso
(Santa
Fe, 1952-Desaparecida 1977)
Lugar
A
la mañana paso
cerca
de un sitio rodeado de muros
altos
grises tristes sucios
de
carteles, de vote lista azul
un
día miro adentro
es
una villa miseria.
Gente
más
gente.
Vestida
de tela barata
desnuda
de felicidad.
Una
chica me ofrece limones
“cien
la docena, compremé”.
Tiene
trece años, más o menos
mi
edad.
Un
almacén ruinoso,
con
ratas, con suciedad
con
microbios funestos.
Es
un sitio rodeado de muros
sucios
de crímenes humanos
que
son sólo los nuestros.
Franca
Jarach (Buenos Aires, 1957-Desaparecida, 1976)
Poema
con brujos
Y
por eso me voy de este lugar de brujos,
de
gente bella, de tinieblas.
Donde
mis esperanzas abortan
mis
caminos terminan
y
no soy capaz de conceder al tiempo
ni
segundos de mi sangre
que
se enfría y se calienta porque sí.
Este
lugar hechizado y hechizador
que
no tiene espacios ni rincones
donde
dormir, mirar sin decir nada.
Estoy
de más en el mecanismo complicado
de
este país hostil
que
me presta la última ternura
justo
al abrirse mi esperanza.
Y
me voy hacia el olvido
porque
no debo quedarme un minuto más
tapándoles
el sol como si nada.
Ana
María Lanzillotto (La Rioja, 1947-Desaparecida, 1976)
Aún espero...
Aún espero...
Que
el silencio me devuelva tu voz,
que
la sombra me entregue
tu
cuerpo,
que
el aire me haga
respirarte,
que
esta muerte demorada
me
dé tu vida.
Que
la lluvia enfríe
mi
cuerpo
para
sentir tu calor
de
nuevo.
Que
la noche te traiga
para
amarme.
Que
mis palabras te enciendan
los
ojos.
Que
mis pensamientos te busquen
donde
estuviste
y
ya no estás.
Que
el tiempo se mude
de
planeta
para
quedarnos los doscientos como antes.
Que
haya una esperanza,
eso
es lo que quiero
en
definitiva decir,
que
quede algo para decirme
que
estás vivo.
Pero
no estás.
Ana
María Ponce (San Luis,
1952-Desaparecida, 1978). Escrito en cautiverio
tierra
y memoria tiro sobre vos
amores
de verano y pasiones provincianas
que
sellan y borran la confusión de la ideología
elementos
frágiles banderas en las manifestaciones
primeros
de mayo en el tenebrismo de Palacios
vísperas
con despierta y canta
la
realidad del día a día con concursos y premios
dónde
han caído las primeras muertes heroicas
tierra
y memoria tiro
sobre
las muchachas que llevaron las banderas
y
hoy hacen meritorio teatro de barrio
mientras
oigo hablar de idealismo
repugnante
palabra patrimonio de la derecha
poetas
de mi juventud
bares
de mi ciudad colectivos de la madrugada
paso
la noche sobre el océano
para
tirar tierra y memoria
sobre
toda esa poesía perdida
Juana
Bignozzi (Buenos Aires, 1937-2015)
Mientras
tanto
Yo
estuve lavando ropa
mientras
mucha gente
desapareció
no
porque sí
se
escondió
sufrió
hubo
golpes
y
ahora
no están
no
porque sí
y
mientras pasaban
sirenas
y disparos, ruido seco
yo
estuve lavando ropa,
acunando,
cantaba,
y
la persiana a oscuras.
Irene
Gruss (Buenos Aires, 1950)
la cebolla
de vidrio ediciones
neuquén,
24 de marzo, 2018
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