Traducir

jueves, 3 de octubre de 2013

Creer o reventar: poesía a dos voces

por Gerardo Burton



Dos voces, una voz, dos voces. Creer o reventar, un diálogo poético pop en el escenario de la religiosidad popular, donde pululan los santos que jamás llegan a los altares de la ortodoxia y por eso quedan, sobre todo, a los costados de las rutas poblados de exvotos.
Las botellas de la Difunta; los paños rojos del Gauchito, las canciones de Gilda y el desparpajo de estar en el margen, cultivarlo y no abandonarlo jamás. Así son los poemas que Ro Olivero y Carina Rita (Medina de apellido, casi un emblema de cumbia su nombre) profieren dos voces, con dos lenguas que horadan con palabras y cantos la normalidad y las convenciones.

En algunos casos, parece la cachada tanguera; en otros, la sorna del que calma su angustia con cerveza o en una hinchada futbolera, el uso irónico de lemas, consignas, símbolos, imágenes e íconos. Y siempre la salida luminosa que busca el giro certero. Tienen los poemas la amargura de lo que no se dará jamás, por mayor que sea la esperanza, pero también la firme convicción en la palabra. Por eso muchas veces los poemas rematan con esa manera directa de los adolescentes de encarar los problemas y sus propios dilemas. Saben que lo único seguro es que no hay finales felices, al menos no en la poesía. Pero los textos tienen un sabor, dejan un sabor. “Creer o reventar” es una manera de gozar de (con) la poesía.
Dos textos:
de culo al mundo
así vine
así me quedo
y así me iré

con esa foto de mi culo
sobre el cajón

lo único que por unanimidad
se ha elogiado de mi persona
digo



Poesía involuntaria Pop
Tengo un pin de la Difunta
una remera
me mandé a estampar un vestido
¿Volveré y seré remeras?

        capitalismo absurdo
        consumo desleal
                irrespetuoso

Creer o reventar, por Ro Olivero y Carina Rita, Bs.As., El suri porfiado, 2013.


2 comentarios:

  1. Bellos poemas. Y coincido, sus poemas son para disfrutarlos.

    Abrazo

    ResponderEliminar
  2. gracias por el comentario, horacio. abrazos

    ResponderEliminar