por Leopoldo Marechal
Cuando se haya redimido este ya
largo deshonor
que gravita
sobre Latinoamérica;
Cuando esa gran vergüenza sea
lavada con el buen jabón
que da la
sangre de los héroes
Cuando la libertad no sea entre
nosotros un giro en dólares
y una ilusión
tramposa
Entonces compañero se verá, cómo
un fénix puede resucitar
de su acostada
ceniza.
y no importa si el mismo sol
alumbra por igual ahora
la tumba de un
guerrillero recién caído
y la espada estéril de los
tristísimos generales.